Estoy en los cruces entre arte, psicoanálisis y educación. Entiendo la pedagogía como una forma de producción cultural, diseñando experiencias colectivas y situadas como práctica  relacional, social y comunitaria.

 

La metodología es experimental, determinada por un marco ético, afectivo, intuitivo y teórico respecto a formas de vinculación que perduran en el tiempo; temática de investigación en curso sobre ecologías afectivas y sostenibilidad relacional. 

 

Creo que la expresión creativa compartida y las prácticas de cuidado, conducen a una cohesión social curativa. Por esto, la obra es procesual y la experiencia grupal se va co-creando in situ como una etnografía singular. Acontecen situaciones pedagógicas-artístico-terapéuticas, donde he podido hallar pistas de modelos relacionales y poéticas comunes que constituyen esta tríada.

 

El Psicoanálisis lo estoy pensando como soporte de prácticas psíquico-artísticas que validan subjetividades y por ende, aproximan a la otredad. 

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